
bueno. bueno. las cosas son así.
calma la noche como calma el sueño. como vela por mí tu ausencia.
junto recuerdos como quien junta respuestas. o residuos, que es casi lo mismo. te creo y te recreo a cada instante. ojos. boca. labios. pómulos. casi puedo tocarte con la mirada. te acaricio con las pestañas y me regodeo en el deleite de poseerte. aunque sólo sea en mi cabeza.
extrañas vicisitudes de la extrañazón. de la compañía acostumbrada. o de la costumbre de estar acompañada. de una vida con vos. y de no poder aguantar un día sin vos. de las teclas del teclado. y de dar en el teclado.
acá en la tierra colorada te siento más aún. estás como esas ausencias gruesas, obesas y rechonchas. te veo en lo ojos de todos los que me rodean. sueño con tu pecho crepitante, abundante, magnánimo, protector, cálido. me sueño recostada en esa planicie libérrima y fértil; copulante.
hoy me siento perrito de nuevo. elijo una raza y me sale labrador. de esos claritos. con ojitos límpidos y juguetones. me veo moviendo mi colita y babeando todo. chorros y chorros de traslúcida saliva. de ladridos cariñosos, de invitaciones al juego. me veo caminando por toda la casa de mi amo meneando mi colita y sacando la lengua. buscando y hurgando y tratando de que alguien me dé un poco de bola. entonces agarro un zapato. lo huelo. lo muerdo. y comienzo a zarandearlo. lo zarandeo y lo zarandeo y me lo llevo al patio donde lo lanzo al aire y corro a buscarlo. vuelvo a lanzarlo y vuelvo a buscarlo. lo detengo con mis dos patas delanteras, agacho mi cabecita, levanto mi culito y meneo la colita, esperando. esperando. nadie me da bola. entonces lo entierro. este objeto inanimado me aburre. lo entierro debajo del jazmín.
escucho una y otra vez la música del teclado. los botoncitos parpadean como si les llovieran deditos. finos, largos, con uñas mal cortadas y sin esmaltar. míos. míos. miro la pantalla y nada me dice. blanca, pálida, muda. maldita lechosa.
transcurro como un perrito nuevo. meneo y meneo mi colita. saco la lengua. babeo. expreso mi alegría a través de mis ojitos. miro a mi amo. lo huelo. le ladro tratando de comunicarme. pero nada ocurre. entonces, salto sobre su regaso. lo lamo. le babeo el rostro y saco mi lenguita. meneo la colita para que vea que estoy feliz, muy feliz. pero me mira como si no estuviera. ladro de nuevo y le pongo las patitas sobre el pecho. le doy besitos perrunos y no dejo de llamar su atención. lo hago una y otra y otra vez hasta que logro que me mire. y ahí, justo ahí, me meo, y meo conmigo su sillón favorito.
me contoneo y me meneo como una minina en celo. miro y te miro fijo, muy fijo a los ojos, tuyos, ambos, los dos. y veo como se te cae la ropa y como se me abre tu cuerpo desnudo ante mis ojos, los míos, ambos, los dos. caminás por el dormitorio con el desparpajo de la ignorancia y me hacés desear como a una hambrienta un pedazo de pan. y lentamente te vas poniendo las sábanas sobre el cuerpo. y descanzás. y yacés. lagarto. puma. león. fiera de mis sentidos alertas. de mi cuerpo espectante. miro y te miro. y suplico un vestidito de saliva para mi cuerpo miserable.
la abuela de oliverio se llama laura. un día se elevantó de la cama y se desayunó su abuelidad. jeje. la historia viene más o menos así. había una vez una casi familia (casi porque no estaba del todo completa), desayunando cuando se abre una puerta y entra la mayor de la casa; hembra, ella. saluda a todos y se sienta a desayunar. "té negro, por favor mamá. no me siento muy bien", dijo y se acomodó en una silla. los demás, hermanos todos, cómplices encubiertos, desayunaban afanosamente unas riquísimas galletitas con dulce de leche, acompañadas por un delicioso cafecito con leche y mucha azúcar. la mamá, laura, trae el té y se sienta a dialogar con sus hijitos. palabra va, palabra viene, pregunta: "¿no estarás embarazada vos? porque te descomponés mucho, tenés pancita y encima no te viene". la hija, la mayor, responde: "y si estoy ¿qué?". la madre como si nada logra esbozar un "nada, seré abuela entonces". ella, la hembra mayor contesta: "felicidades abuela!". madre atónita y feliz. hermanos riendo nerviosos. hembra mayor sonriendo picaronamente. fin de la historia.
loca como mi madre. todo sobre mi madre. mi madre es la esposa de mi padre. mi padre... mejor ni hablar. mi hermano es el hijo de mi madre, hermano de mi hermana y tío de mi bebé. mi hermana es la menor de la familia, hermana de mi hermano y tía de mi bebé. mi madre será abuela y lo chocha que está. mi padre... mejor ni hablar.
medito la perversidad de tu mirada. tuya? de quién? no importa, de todos modos perversa. intensa fogosidad del madril. del mono que clama y llama con sus bramidos. o gritos. o como carajo se llame. pero llama. insistentemente. se golpea el pecho. se trepa a los árboles y me mira, desde arriba, como si yo pudiera hacer algo. salta entre las ramas y se lanza de un árbol a otro. y me mira. fijo, detenidamente. insistente. grita fuerte. mucho más fuerte. y me muestra sus dientes blancos y su aliento animal. huelo, también, el aire fresco de la mañana y el olor a bosque de su piel. se me acerca. me mira la cabeza y me saca piojitos. uno a uno. a uno. a uno. excitado se toca la entrepierna y eyacula. mientras yo, sin entender nada, despierto.
miro hacia arriba y sólo está el techo. plano, liso. me allanan la cabeza pensamientos de desalojo. besar unos ojos tuyos. desalentados. desgarbados. únicos. tuyos. tuyos.
un huevo. eso me costó. el otro lo dejé para más tarde cuando tenga que pagar la terapia.
me siento. en una silla bastante incómoda. escribo. le doy duro a las teclitas. vacío del residual de una tarde de terapia. intensiva. así fue. intensiva.
uyyyy. otro día. lentamente, muy lentamente, me estoy acostumbrando a este hacer nada. a este sentimiento de traición. tanto. tanto me acostumbro que ya lo saludo por las mañanas. y mantenemos largas charlas sobre cómo gastar el día. gastarlo, porque no puedo decir ota cosa. no lo invierto. no. en eso no hay inversión.
tengo tanas ganas de hablar pero no sé qué decir. vierto letritas a lo loco. desordenadas y sin sentido. famélicas y profanas. salen. y salen. y salen. y nada dicen. nada, de nada, de nada.
ya está. ya se me está pasando. todo pasa. todo termina. y esa fucking corporation ya me tenía REQUETE PODRIDA!!
me despidieron. pueden creer ustedes eso? con seis meses de embarazo. un cuchillazo por la espalda. lo tenían todo fríamente calculado. y de repente... ZAS! 113 puñaladas.
ufano día de evacuación. de finales y siempre bienvenida. de adioses hace tiempo (dijo un poeta). y sí. shit, happened.